El principal conflicto por resolver para la mujer radica en la separación de su madre. Las vicisitudes de este proceso se observan en la alta frecuencia de los trastornos depresivos y de la alimentación en la población femenina, así como en los conflictos internos experimentados a partir del embarazo y el maternaje. Se plantea como explicación de dichos conflictos, la fijación de la mujer en el aspecto de la separación, a nivel de la salida de la simbiosis y se ofrecen algunas explicaciones. Se cuestiona la postura del “monismo fálico” en el psicoanálisis, proponiendo que los procesos de separación-individuación, desarrollo de la identidad, del superyó, etc. tienen diferencias importantes entre hombres y mujeres.
Deja un comentario